sábado, 16 de febrero de 2008

Otra vez, contra la estupidez

Hace unas semanas comenté que mi apoyo a la expresión colectiva proyectada para el 4 de febrero era más contra la estupidez -las estupideces- de nosotros los humanos, más que contra alguien en particular. Mucha gente también decía algo similar, aclarando que no se debía marchar "contra" nada sino "por..."

Con el mismo enfoque, me sumo ahora a las expresiones colectivas que se preparan para el 6 de marzo. Debe ser, ante todo, el recuerdo de tanto dolor que se ha producido a tanta gente, muertos y torturados y a sus familias que los lloran y los extrañan. Y ese recordar es para que, al menos algunos de nosotros, nos "pellizquemos" y entendamos que, insisto, somos algo cómplices de esas estupideces malvadas, perversas. Cómplices porque nada que mejoramos nuestra información, nuestra cultura política para proponer colectivamente mejores opciones, para exigir mayor decencia a aquellos a quienes elegimos o para sustituirlos con mejor gente.

Desde hace años tengo muy claro que los políticos colombianos que elegimos o que se nombran para los altos cargos de gobierno han llegado al primer plano de la política gracias a triquiñuelas, mentiras, corrupción. Inclusive, quienes llegaron al poder blandiendo buenas tesis, como seres humanos que son, es decir, frágiles, terminan corrompiéndose por ese canto de sirenas que produce el poder.

Soy escéptico mayúsculo desde hace tiempo, antes de que Fernando Vallejo abjurara de la colombianidad, al menos de ciertas partes de esa colombianidad, y de que Mauricio Pombo, hace pocas semanas, se declarara escéptico al ver que su última esperanza, la izquierda, también lo defraudara.

Pero el escepticismo del que hablo, ya lo he dicho antes, también, deja un espacio para ese optimismo de la incertidumbre del que nos hablara Howard Zinn. Ese optimismo de que en algún momento algo pase. Y de que eso que pase resulte trayendo algo bueno o muy bueno, al menos por un tiempo. Pero eso se hace más posible si se crean las circunstancias para que ocurra. No por generación totalmente espontánea. Y una forma clara de propiciar esas circunstancias es mejorar nuestra información y nuestra cultura, en todos los ámbitos, no solo en cuanto a la política sino en, por ejemplo, lo científico, lo cultural, lo social, etc. Si no lo intentamos, si no nos lo proponemos, esa complicidad seguirá existiendo. Y lo será peor porque seguiremos diciendo que "somos buenos" (¡¡¡!!!).

Bueno, una muestra más de la estupidez en la que andamos los seres humanos: leamos esta reflexión que nos trae Aníbal Álvarez sobre un hecho que sucedió en Bagdad pero que con actores diferentes y modos diferentes ha ocurrido en Colombia reiteradamente, sin que lo sepamos, entre otras cosas, muchas veces, porque nos ponemos las vendas en los ojos para no verlos.

http://www.jano.es/jano/ctl_servlet?_f=82&iditem=552

Cuando la inocencia es instrumentalizada por el terrorismo

15 Feb 2008

Aníbal Álvarez

El pasado 1 de febrero dos mujeres con el síndrome de Down preparadas por sus verdugos para ser inmoladas volaron por los aires en Bagdad, muriendo y llevándose con ellas a otras 72 personas. El horror de la noticia recorrió el mundo como un escalofrío. Este blog no nació para azuzar políticamente a nadie ni para condenar ideales, ni siquiera aquellos ideales que atrofian los sentimientos y convierten al hombre en lobo para el hombre, sino para abogar por quienes son zarandeados por la vida y solidarizarnos con quienes viven en el extrarradio de la felicidad, con quienes son objeto de injusticias denunciables y, en general, para prestar nuestra voz y nuestro hombro a quienes han sido despojados de todo, y perdonen el tono paternal, casi panfletario e incluso puede que demagógico, de un comentario que, como este, nace de la indignación y el estupor que en la conciencia causan noticias semejantes. Y digo "puede que demagógico", en condicional y no afirmándolo, porque la verdad sólo se convierte en demagogia cuando se hace un uso espurio o torticero de ella, manejándose para llevar el agua a nuestro molino y obtener así algún sucio beneficio.

Nosotros, y porque es verdad lo decimos, no especulamos con la verdad porque nada sucio o deleznable queremos obtener con ella y medrar haciendo un uso demagógico de la verdad se nos antoja despreciable. Nosotros, y a pesar de que pueda resultar pedante lo decimos a boca llena, convertimos la verdad en un arma cargada de razones éticas y morales para defender aquello que creemos defendible. Dicho esto déjenme agregar que aunque este blog no nació para azuzar políticamente a nadie, ni para fustigar o condenar un terrorismo que con la atrocidad y aberración de sus miserables actos se condena a sí mismo y que se nutre del odio y el fanatismo para extender el miedo y la ponzoña ideológica de quienes quieren construir el paraíso destruyendo el paraíso de quienes no piensan ni sienten como ellos, hoy hemos cogido la pluma para clamar contra la maldad de ese salto "cualitativo" dado por el terrorismo internacional en Irak. Porque convertir en bombas ambulantes a dos pobres mujeres con el síndrome de Down nos parece un acto perverso que tiene como antecedente siniestro a un niño, también con el síndrome de Down, muerto en 2005 en nombre de un dios iracundo o de una ideología tan perversa que se ha olvidado de que existe la piedad. Y como semejante barbarie nos parece que es el no va más allá de la maldad humana, nos preguntamos qué causa política, o religiosa, es la que enturbia tanto la razón y los sentimientos como para conducir a las personas a una perversión tan atroz de las emociones. Y como sabemos que no es posible obtener una respuesta que nos explique lo inexplicable, con este blog le rendimos el tributo de nuestra solidaridad a esos dos ángeles exterminadores –ángeles, ellas sí- inmoladas para satisfacer la causa "sagrada" de un terrorismo para el que la religión y la política son líneas perpendiculares que convergen en el plano siniestro de una geometría de muerte.

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